Brian Giner
Creador de contenido
Con 10 años pesaba 115 kilos y durante 12 años sufrí acoso escolar: físico, psicológico y ciberbullying. Intenté suicidarme tres veces. Hoy, con 25 años, soy integrador social en un centro educativo de Barcelona, trabajo con niños con necesidades especiales, y también he estado vinculado a enfermería y a una emisora local. Las redes sociales pueden hacer daño, pero también se pueden usar para concienciar.
He cambiado tres veces de centro y en ninguno hubo protocolos contra el acoso. Un director incluso me dijo que devolviera los golpes. Siempre encontré silencio. Empecé a contactar con medios, y cuando se dieron cuenta del problema, comenzaron a llamarme.
España tiene cifras alarmantes: en 2024 hubo 220.000 casos de bullying y 44.000 intentos de suicidio. Hay muchos tipos: físico, verbal, psicológico, social y cibernético. El bullying debe ser repetido en el tiempo, no algo puntual. Pedir ayuda no es ser un chivato, ya que el apoyo salva vidas. Es muy necesario crear entornos seguros desde las familias.
Es importante destacar que el acoso busca puntos ciegos en los centros. Los observadores y quienes graban también son responsables, siendo las víctimas personas nuevas, vulnerables o con baja autoestima. Quiero recordar la línea telefónica 024, que atendió más de 300.000 llamadas por conducta suicida.
Por otro lado, el marketing de influencers también afecta: se crea una imagen inalcanzable que baja la autoestima. La empatía es clave, pero pocos la aplican.
El bullying es devastador. Ejemplo de ello es el caso de Kira López, que con 13 años se quitó la vida. Como ella, muchos más. Yo también me callé y hoy intento dar voz a quienes ya no pueden.